Misión Matrimonio

Luces Amarillas:

Si el matrimonio detecta a tiempo lo que en Schoenstatt llamamos las “ luces amarillas”, que son avisos visibles y palpables de que algo no camina bien y hay que esforzarse en arreglarlo, o enderezarlo, casi siempre logra resolverse cualquier conflicto y el matrimonio sale fortalecido.

Tenemos que estar alerta. Hay que observar si tenemos algunas de estas señales:
- Ya no hay alegría
- Tristeza en la mirada
- Desaparecen las bromas
- Cesa el diálogo, un silencio, pero de carencia, solo monosílabas
- Siempre de mal humor, amargados
- Nada en común, ya no logran salir solos, siempre prefieren con otra pareja
- Pérdida de pequeños detalles
- Apatía, desánimo, nada hace ilusión
- Aislamiento: TV-computadora-WhatsApp-el otro ya no existe para mí
- Retrasarnos para llegar al hogar, solo por la comodidad de evitar al otro
- Ataques constantes a la familia política
- Acostarse en distintos horarios y hacerse el dormido cuando llega el cónyuge
- Cada vez se distancian más las relaciones íntimas, menos besos, caricias
- Volver a algunos hábitos de soltero que excluya a la pareja

Revisemos con detenimiento si hay algunas LUCES AMARILLAS. MUCHO CUIDADO, para que no se conviertan en LUCES ROJAS, cuando ya no hay tiempo de enderezar la relación.
Con estos signos visibles, el mismo matrimonio puede discernir si necesitan un acompañamiento preventivo, que les evite llegar a situaciones más difíciles, y resolver sus diferencias positivamente. Juntos pueden analizar cada situación de riesgo y decidirse a actuar y, si así lo consideran, acudir a “Misión Matrimonio”.

Definitivamente, luchar por defender nuestro Matrimonio y salir victoriosos es un esfuerzo heroico que vale la pena realizar!

Los integrantes de Misión Matrimonio somos instrumentos de Dios y la Mater, los brazos largos de Jesús, dispuestos a ofrecerles nuestra experiencia con todo el cariño de hermanos schoenstattianos.