En Costa Rica, la única cárcel para mujeres existente y en funcionamiento hasta el día de hoy, es la cárcel Vilma Curling Rivera, conocida como la cárcel de “El Buen Pastor” (así hasta el 08 de marzo del 2017).
El pasado 31 de mayo celebramos en el Movimiento de Schonestatt,el tercer Hito: En la Fuerza Divina y en el Evangelio del día nuestra Madre nos invita a caminar sin demora, por caminos "desérticos" siendo Custodias Vivas de su Hijo Jesús, y llevarlo donde sea que necesiten: Su alegría, Su paz, Su amor; así como Ella lo hizo al visitar a su prima Isabel.
Inspiradas por esa "Fuerza Divina" y la alegría de ser un poquito como la Virgen María, llegamos al "Buen Pastor" a pesar del aguacero y del tráfico. Después de ser requisadas, nos llevaron al comedor donde estaban las policías que habían terminado su largo turno laboral de 12 horas.
Más allá del ruido exterior
El comedor, cocina y lavandería es abierto, con techo de zinc, la lluvia replicaba con fuerza y se juntaba con el ruido causado por otros que llegaban a lavar, calentar comida y saludar.
En aquellas circunstancias poco favorables para el silencio y la reflexión, dimos inicio al Taller con la confianza de sabernos instrumentos nada más…y sintiéndonos agradecidas por el espacio y la oportunidad brindada.
Un ambiente frío y mentes cansadas
Se percibía frío, poco interés en escuchar, rostros y cuerpos cansados, además de una gran resistencia a mostrar vulnerabilidad...Queremos regalar a nuestra sociedad una visión sobre la mujer, que respete lo más puro y original de nuestro ser. Nuestra mayor y más urgente misión es despertar o re-encantar, la alegría de ser plenamente mujer que humanice su entorno y la sociedad en general...y empezamos aquí!
Dispersando la indiferencia, con amor
Dos monitoras guiaron el encuentro, detrás de ellas el amor y la donación de algunas de las señoras de la rama del Oeste para organizar la cena que compartimos con alegría y agradecimiento.
Así como la lluvia fue cesando también la indiferencia fue cediendo. Poco a poco las miradas mostraban más interés y las ganas de participar crecieron en la segunda parte del taller después de servirles y compartir una rica cena. Son los pequeños detalles los que hacen la diferencia y promueven el cambio.
y más alegres al final!
¡Gracias Señoras de la Rama del Oeste por su colaboración!
Intercede Madre por ellas y por nosotras
Todas concluimos el taller animadas, con la esperanza de que los aprendizajes del taller sean valiosas herramientas que ayuden en la protección de la pureza del corazón desde la coherencia entre el amar, el pensar y el actuar.
Le pedimos a Nuestra Madre Tres Veces Admirable de Schoenstatt que interceda para que podamos seguir creciendo en filialidad para ser Custodias Vivas en nuestro caminar hacia el encuentro con otros.