P. José Luis Correa Lira
Un día como hoy, hace 112 años fue ordenado sacerdote el padre José Kentenich, una de las figuras sacerdotales más notables de Alemania del siglo veinte, al decir de san Juan Pablo II, en su primera visita a tierras germanas, en la catedral de Fulda, sede de la Conferencia Episcopal de Alemania.
Ahora que el arzobispo de Tréveris ha suspendido el proceso de beatificación del fundador de Schoenstatt, considero importante compartir la declaración del postulador de la causa de canonización del padre Kentenich, padre Eduardo Aguirre C. (25 de mayo del presente):
“La suspensión del proceso de beatificación del P. Kentenich, no significa que la causa se cierra y concluye. La causa queda en suspenso, en estado de “reposo”, en el sentido de que Mons. Ackermann no seguirá tomando iniciativas, ni seguirá invistiendo financiamiento por parte de Tréveris, para promoverla. “Suspensión”, en este contexto significa que el Obispo y los que actúan responsablemente en su nombre no continúan activamente el proceso en este momento. Lo que él espera, y a lo que invita, es que se siga investigando a fondo, de forma objetiva y transparente, para aclarar las acusaciones que recientemente se han levantado contra el P. Kentenich.
El obispo Ackermann ha dejado claro que, si se dispone de nuevos conocimientos que respondan satisfactoriamente a todas las cuestiones abiertas, sería posible reanudar el proceso. Por lo tanto, de parte de la Familia de Schoenstatt, se puede continuar con la difusión de la fama de santidad del P. Kentenich, como hasta ahora, con normalidad y prudencia, respetando las orientaciones de la Iglesia al respecto; es decir, sin adelantar el juicio de la Iglesia acerca de la santidad del P. Kentenich y cuidando de no exagerar en las formas de devoción. Yo sigo siendo Postulador con todas las responsabilidades y funciones que me competen como tal. Los Secretariados del Padre pueden seguir actuando y difundiendo oraciones, novenas, publicaciones y teniendo iniciativas, para dar a conocer al P. Kentenich y pedir por su beatificación. Lo mismo en relación a las corrientes de vida y formas que surgen en la Familia de Schoenstatt para cultivar el vínculo al fundador. Una consecuencia muy importante y muy positiva de la situación actual, es que se están haciendo serios esfuerzos, a distinto nivel y en diferentes equipos, para investigar con profundidad la actuación del P. Kentenich y elaborar a fondo esta etapa de la historia de Schoenstatt.”
P. JL
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