P. José Luis Correa Lira
La festividad de hoy, santos Apóstoles Pedro y Pablo, me trae a la memoria las dos estatuas que hay en el retablo de todo Santuario de Schoenstatt en el mundo entero. Sí, ellos son los pilares sobre los cuales Jesús construyó su Iglesia.
Pedro, la Roca y Pablo el intrépido evangelizador; a ambos están consagradas dos de las basílicas más imponentes e importantes, más grandes y hermosas en la ciudad eterna: San Pedro en el Vaticano y San Pablo extramuros.
Pedro fue llamado directamente por Jesús a orillas del lago donde se desempeñaba como humilde pescador para ser constituido en pescador de hombres. Pablo, pasó a ser de perseguidor de los seguidores de Jesús uno de sus grandes defensores y difusores del Evangelio.
Que por intercesión de estas columnas vertebrales del Cuerpo Místico de Cristo, que es su Iglesia, ésta se siga edificando y extendiendo según el mandato del Señor.
P. JL
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