P. José Luis Correa Lira
El Evangelio de este domingo nos narra una triple invitación de Jesús a seguirlo.
El primero le responde: Te seguiré adondequiera que vayas. El segundo le dice que primero tenía que a enterrar a su padre. El tercero le pidió antes de seguirlo poder despedirse de los de su casa.
Siempre hay escusas. Un refrán dice que quien se escusa se acusa…
Algunos dicen no tener tiempo, tener muchas cosas que hacer, o esconderse en el señalar que lo que se nos pide es difícil, que no está a nuestro alcance, que no somos los indicados, etc.
Y a menudo entonces nos conformamos con algunas cuantas oraciones, con la Misa dominical, a veces distraída, con algún gesto de caridad.
La respuesta de Jesús es contundente: Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás vale para el reino de Dios.
En cierta ocasión el Papa reflexionó a partir de este texto lucano diciendo que “seguir, acompañar a Cristo. Permanecer con él, requiere un ‘salir’. Salir de sí mismos, de un modo de vivir la fe algo rutinario, de la tentación de ensimismarse en los propios esquemas que terminan por cerrar el horizonte de la acción creadora de Dios”.
Bendiciones y no posterguemos nuestra adhesión al Señor, siguiéndolo con lo que somos, tenemos y podemos. El pondrá el resto.
P. JL
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