P. José Luis Correa Lira
Hoy les comparto una preocupación y una reflexión del Papa sobre lo que él llama, una verdadera emergencia social mundial: la natalidad.
En el II Foro de las Familias, organizado por la Fundación para la Natalidad y promovido por el Foro de las Familias, Francisco alertó sobre la situación demográfica y la “pérdida de la belleza que son las familias con hijos” y pidió políticas concretas en todos los ámbitos para relanzar la natalidad y la familia.
“Cada vez nacen menos niños, y eso significa empobrecer el futuro de todos. Italia, Europa y Occidente están empobreciendo su futuro”, aseveró.
Francisco quiso destacar el drama “de las mujeres y los hombres que tienen el deseo de tener un hijo, pero no pueden realizarlo. Muchos jóvenes luchan por realizar su sueño familiar. Y así se baja la ‘varilla del deseo’ y se conforman con sucedáneos mediocres, como los negocios, el coche, los viajes, la custodia celosa del tiempo libre… La belleza de una familia rica en hijos corre el riesgo de convertirse en una utopía, un sueño difícil de realizar”. “Esta actitud conformista”, de no luchar por alcanzar el sueño de traer al mundo hijos, es una “nueva pobreza” que lo asusta.
El Santo Padre añadió que es “la pobreza generadora” de los que “descartan el deseo de felicidad en sus corazones, de los que se resignan a diluir sus mayores aspiraciones, de los que se conforman con poco y dejan de esperar grandes cosas”.
“Es una pobreza trágica, porque afecta a los seres humanos en su mayor riqueza: traer vidas al mundo para cuidarlas, transmitir la existencia que han recibido a otros con amor”.
Por ello, Francisco calificó como “actitud miope” el no ver el problema de la caída de la natalidad: “Es dejar de ver de lejos, de mirar hacia adelante. Es dar la espalda, dijo, pensando que los problemas son siempre demasiado complejos y que no se puede hacer nada. Es, en una palabra, rendirse”.
“Se puede hacer”. “Es el título de los que no renuncian”, afirmó el papa Bergoglio, “de los que esperan contra la esperanza, contra unas cifras que empeoran inexorablemente año tras año. Se puede hacer, significa no aceptar pasivamente que las cosas no pueden cambiar”.
Bendiciones a todos los matrimonios que se abren a la natalidad.
P. JL
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