P. José Luis Correa Lira
Hoy celebramos la solemnidad de la Santísima Trinidad.
Unas palabras sobre la Trinidad y el matrimonio y la familia:
El matrimonio cristiano es a veces comparado con la Santísima Trinidad, como una comunión vivificante en la que se da y recibe amor. La familia está llamada a ser ícono viviente de la Santísima Trinidad.
El Papa Francisco se refirió al matrimonio como “el sacramento que nos lleva al corazón del plan de Dios, que es un plan de alianza, con su pueblo, con todos nosotros, un plan de comunión”. Añadió que “al principio del libro del Génesis, el primer libro de la Biblia, como culminación del relato de la creación se dice: ‘Dios creó al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y mujer los creó…’ (Génesis 1, 27; 2, 24).
“La imagen de Dios es la pareja matrimonial, es el varón y la mujer. Los dos. No sólo el varón, el hombre, no sólo la mujer, sino los dos. Y esta es la imagen de Dios. Y el amor y la alianza de Dios en nosotros está allí. Está representada en aquella alianza entre el hombre y la mujer.”
“Cuando un hombre y una mujer celebran el sacramento del Matrimonio, Dios, por así decir, se «refleja» en ellos, les imprime sus propios rasgos y el carácter indeleble de su amor. Un matrimonio es el icono del amor de Dios con nosotros (…) También Dios (…) es comunión: las tres personas del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo viven desde siempre y para siempre en unidad perfecta. Y es justamente este el misterio del Matrimonio: Dios hace de los dos esposos una sola existencia -y la Biblia es fuerte, dice «una sola carne»-, así de íntima es la unión del hombre y de la mujer en el Matrimonio (…) este el misterio del Matrimonio. El amor de Dios que se refleja en el Matrimonio.”
Juan Pablo II sostenía que “el modelo originario de la familia hay que buscarlo en Dios mismo, en el misterio trinitario de su vida. El «Nosotros» divino constituye el modelo eterno del «nosotros» humano; ante todo, de aquel «nosotros» que está formado por el varón y la mujer, creados a imagen y semejanza divina”.
Es parte del Evangelio de la Familia que estamos llamados a proponer creativa y atractivamente.
Bendiciones a todos los matrimonios y a todas las familias.
P. JL
p.jlcorrealira@gmail.com