P. José Luis Correa Lira
Decía el filósofo griego Sócrates, “el secreto del cambio no es enfocar tu energía en luchar contra lo viejo, sino en construir lo nuevo.”
Es el típico dilema y error en el que incurren muchos tanto a nivel civil como eclesial. De lo antiguo siempre se puede aprender, aunque haya mucho que corregir. Pero desechar lo antiguo porque sea antiguo, no es un argumento suficiente ni razonable para justificar nada.
No es necesario destruir para construir. Muchas veces se puede reparar, mejorar. Destruir para construir es típico de los terribles anarquistas que poco y nada aportan.
Me quedo, por lo mismo, con lo que decía san Agustín: “Para crear (construir) se necesitan siglos y un gigante. Para destruir, un enano y un segundo.”
Bendiciones para los constructores que no son destructores.
P. JL
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