P. José Luis Correa Lira
El sábado tocamos el tema del hablar.
Dicen que no es necesario decir todo lo que se piensa, pero que sí es necesario pensar todo lo que se diga.
‘Piensa antes de hablar’, dicen muchas veces los padres a sus hijos, los maestros a sus alumnos.
En fin…
¿Y nosotros? ¿Pensamos, reflexionamos, meditamos antes de hablar o solo proferimos palabras, a veces vacías, otras hirientes o incoherentes…?
Las palabras elegidas a la hora de hablar, así como también las guardadas y calladas, al igual que las acciones hechas u omitidas, tienen su efecto en quien las recibe y escucha. Una palabra mal dicha en un momento inadecuado puede herir mucho a la otra persona.
Hay que ser más consciente del valor de las palabras, dichas o escritas (¡también yo mismo!)
Bendiciones
P. JL