P. José Luis Correa Lira
Hoy es Domingo de la Ascensión del Señor
Siempre me ha impactado y motivado la interpelación de “los hombres vestidos de blanco (¿ángeles?) que se les aparecieron a los apóstoles que miraban probablemente atónitos como Jesús se fue elevando a la vista de ellos, hasta que una nube lo ocultó a sus ojos.”
Y continúa el relato que nos transmite san Lucas diciendo que miraban fijamente al cielo, viéndolo alejarse.” Jesús los ha dejado para subir al cielo.
Estos mensajeros los aterrizaron nuevamente a tierra diciéndoles: “¿qué hacen ahí parados mirando al cielo?”
Un par de cosas que llaman la atención.
Primero: efectivamente nuestra mirada y meta final es el cielo. No hay que perder el norte. Pero sin desentenderse de la tierra (‘con el oído en el corazón de Dios y la mano en el pulso del tiempo’) Somos ciudadanos del cielo, pero peregrinos, caminantes en la tierra.
Segundo. Nada debe pararnos, paralizarnos ni detenernos. Seguimos siempre adelante. ¡Nunca hacia atrás!
Les deseo que tengan y cultiven ambas actitudes.
Bendiciones
P. JL
p.jlcorrealira@gmail.com