P. José Luis Correa Lira
Quiero compartir un breve extracto del Mensaje Papa Francisco[1] para la Jornada de Oración por Vocaciones, que se celebró ayer en que invita a “cuidarse de la mentalidad que separa a los sacerdotes de los laicos, considerando protagonistas a los primeros y ejecutores a los segundos.”
Citando su Exhortación Apostólica Gaudete et exsultate[2], dijo que “la vocación, como la santidad, no es una experiencia extraordinaria reservada a unos pocos. Así como existe la “santidad de la puerta de al lado.”
Y añadió este triple paso que me parece excelente:
“Ser cada vez más aquello que somos:
en la vocación al sacerdocio ordenado, ser instrumento de la gracia y de la misericordia de Cristo;
en la vocación a la vida consagrada, ser alabanza de Dios y profecía de una humanidad nueva;
en la vocación al matrimonio, ser don recíproco, y procreadores y educadores de la vida.”
“Cuando hablamos de “vocación” no se trata sólo de elegir una u otra forma de vida, de dedicar la propia existencia a un ministerio determinado o de sentirnos atraídos por el carisma de una familia religiosa, de un movimiento o de una comunidad eclesial; se trata de realizar el sueño de Dios.”
Recordemos finalmente que la familia es el primer seminario.
Bendiciones y Dios nos bendiga con abundantes, sanas y santas vocaciones para cualquier de estas antes mencionas.
P. JL