P. José Luis Correa Lira
Hay que ser ‘open minded’, dicen muchos y descalifican a los que ellos consideran que no lo son como recalcitrantes, anticuados, pasados de moda, intolerantes, etc.
La pregunta que uno se puede formular es doble. Primero sobre la mente y luego sobre la apertura o cerrazón.
A la mente se asocian la capacidad de pensar, la inteligencia, la investigación, etc.
Cuando se habla de ser abierto o cerrado, la pregunta es ¿a qué me abro y que mantengo (cerrado, conservado, protegido)? ¿Abierto a todo y cualquier cosa? Por ningún motivo. Cerrado a todo: tampoco. Hay que saber escoger, pues, aunque todo me sea lícito, no todo me conviene (cf. san Pablo)
Cierro esta breve reflexión sobre mentes abiertas citando a Mafalda. Dice ella:
El problema de las mentes cerradas es que tienen la boca siempre abierta.
Agregaría que el problema de las mentes abiertas es que no cierran la boca.
P. JL
p.jlcorrealira@gmail.com