P. José Luis Correa Lira
Dos veces aparece en este breve Evangelio de la santa Misa de hoy la frase: “el que es fiel a mis palabas, no morirá para siempre (Jn 8, 51ss.)”
De nuevo nos topamos con el tema de la fidelidad.
Quiero y propongo entender, en la escuela kentenijiana, la fidelidad como gratitud: “fidelidad a la misión sea mi agradecimiento por todos los bienes recibidos” así como lo reza el propio padre Kentenich ; como la conservación lozana del primer amor; el amor de la primera hora; como una fidelidad creadora, que no es estática, sino dinámica; como el fiel y fidelísimo cumplimiento del deber de estado (como parte del camino de santidad de la vida diaria, o sea fidelidad en lo pequeño)
A la Virgen María, Virgo Fidelis, que mantuvo firme, fiel, su si, el si de la anunciación hasta el Calvario le pedimos nos ayude a reconocer y asumir nuestras infidelidades, pues lo que no es asumido no puede ser redimido.
Dios glorifica la santidad de quienes le sirven con fidelidad.
Bendiciones
P. JL
p.jlcorrealira@gmail.com