P. José Luis Correa Lira
Mañana viernes 25 de marzo, fiesta de la Anunciación del Señor, durante la Celebración de la Penitencia que presidirá a las 17 horas en la Basílica de San Pedro, el Papa Francisco consagrará a Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María. Ese día, el mismo acto, será realizado en Fátima por el cardenal Konrad Krajewski, limosnero pontificio, como enviado del Santo Padre.
En la aparición del 13 de julio de 1917 en Fátima, la Virgen pidió la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón, afirmando que, si no se concedía esta petición, Rusia extendería “sus errores por todo el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia”. “Los buenos -añadió- serán martirizados, el Santo Padre tendrá mucho que sufrir, varias naciones serán destruidas”.
Pío XII, el 7 de julio de 1952, consagró los pueblos de Rusia al Corazón Inmaculado de María en la Carta Apostólica Sacro vergente anno:
“Así como hace unos años consagramos el mundo entero al Corazón Inmaculado de la Virgen Madre de Dios, ahora, de manera muy especial, consagramos todos los pueblos de Rusia al mismo Corazón Inmaculado”.
El 21 de noviembre de 1964, Pablo VI renovó la consagración de Rusia al Corazón Inmaculado en presencia de los Padres del Concilio Vaticano II.
Que, por intercesión de María Reina de la Paz, esta consagración traiga esa anhelada y necesaria paz a Ucrania y a todo el mundo.
¡Paz a los hombres de buena voluntad!
P. JL
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