P. José Luis Correa Lira
El viernes recién pasado fue el cambio de mando en la presidencia de Chile.
En su mensaje dirigido a Gabriel Boric Font el cardenal capuchino, arzobispo de Santiago Celestino Aós, presidente de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh), y su secretario general, monseñor Sergio Pérez de Arce, SS.CC., Obispo de Chillán, a nombre de los obispos de Chile, dijeron al presidente que “el país le ha expresado un voto de confianza y le encarga una gran misión, destinada a dirigir los destinos de nuestra patria como primera autoridad y primer servidor”.
Le aseguraron: “rogamos a Dios que le regale su sabiduría y su fuerza, la que sin duda necesitará. La misión siempre es más grande que nuestras posibilidades y capacidades, pero confiamos que – con la colaboración de los ciudadanos, el trabajo de los diversos actores sociales y políticos, y la fuerza espiritual que viene de la fe y de las convicciones humanas más profundas – pueda enfrentar su tarea con generosidad, compromiso y prudencia.”
Ese mensaje de los obispos concluyó reiterando el compromiso de la Iglesia católica chilena de seguir contribuyendo en su misión de “construir una humanidad más justa y fraterna”, especialmente para que los más pobres y los que sufren “sean respetados en su dignidad”. “Cuente con nuestro apoyo y oración y con el aporte de nuestra acción pastoral, que desarrollaremos siempre con el debido respeto al orden democrático de nuestra patria y a sus autoridades legítimamente elegidas”.
Me alegra saber que en el gabinete puso como ministro de Transporte y Telecomunicaciones a un ex dirigente de la Juventud Masculina de Schoenstatt de Santiago (Campanario) y lo mismo con Obras Públicas a uno que fue de los universitarios de Schoenstatt de Viña del Mar, ambos independientes y muy competentes es las respectivas áreas.
Espero que las oraciones de la mamá del nuevo presidente, que es misionera de la Campaña de la Virgen Peregrina de Schoenstatt, también sirvan en este cometido.
¡Viva Chile! Por intercesión de nuestra Patrona, Madre y Reina de todos los chilenos.
P. JL
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