P. José Luis Correa Lira
La pregunta de Jesús a los discípulos camino a Cesarea de Filipo en un principio puede parecer secundaria, como para obtener información actualizada del conocimiento de su persona y misión. ¿Quién dice la gente que soy?
Obviamente no se trata de una consulta popular o una encuesta de medición de opinión, muchas veces tendenciosas y fácilmente manipulables. Aquí la cosa es mucho más profunda y seria. No es sobre un candidato a nada, ni un influencer cualquiera. Es sobre el propio Dios con nosotros. Por eso Jesús, después de oír algunas primeras respuestas generales y perdidas, afila la puntería y le hace la pregunta ahora más personalisadamente a sus seguidores más cercanos: Y ustedes, ¿Quién dicen que soy yo? O sea, saben o no saben bien con quien están, a quien siguen…
La pregunta también puede entenderse y aplicarse de la siguiente manera: ¿Qué rol y qué lugar ocupa Jesús en mi vida? ¿Qué importancia le doy? En una escala de medición ¿dónde lo único? ¿Es central o accidental? ¿Es relevante y determinante? ¿Es solo un referente ocasional?
De la respuesta que cada uno de a ese cuestionamiento fundamental depende si tomo en serio mi fe, o es decorativa.
Me alegro, que la iniciativa de pedir (¿’exigir’?) el respeto a la libertad de culto no solo privado, sino también público, sea incorporada en la nueva carta magna de Chile que se debe presentar al pueblo chileno, mayoritariamente creyente, aunque ya no tan cristiano ni católico, lamentablemente.
Jesús, ‘Tú eres el Mesías’, el Salvador del mundo
P. JL
p.jlcorrealira@gmail.com
El día de hoy recuerda que hace 101 años fue erigida como la Arquidiócesis Metropolitana San José y en el mismo acto se creó la vecina diócesis de Alajuela.
Durante todo el 2020 en la Arquidiócesis celebramos intensamente el Año de San José, convocado por el Papa Francisco. Éste culminó en la Arquidiócesis metropolitana, la única de Costa Rica, con la elevación de su iglesia catedral a Santuario Nacional de San José.
El padre y pastor de San José, Mons. José Rafael Quirós, a quien nos une una gran cercanía, el 7 de diciembre pasado regaló, a toda la feligresía de su iglesia particular, una hermosa Carta Pastoral titulada ‘Jesucristo, Señor de nuestra historia’, en que asume y delata sin dudas ni temores, pero si con preocupación pastoral, que “el problema fundamental del costarricense es un problema de fe, de actitud religiosa, de cómo la concibe, la cultiva, la vive, así lo que espera y no espera de ella.”
Agradezco haber podido contribuir con un granito de arena en la animación de la vida de la Iglesia arquidiocesana local, tanto por el encargo que recibí del Vicario del Clero, como del propio Arzobispo, de predicar el retiro anual para el presbiterio local durante el 2020 (en las cinco semanas. Una tanda por semana), como por haber sido incorporado en la Comisión Año San José.
Ojalá los aportes, tanto para los sacerdotes, obispos incluidos, como en la pastoral, sirvan para la renovación y actualización permanente del mensaje evangélico que tenemos que entregar en formas siempre nuevas, nuevos métodos y sobre todos con nuevo ardor.
P. JL
p.jlcorrealira@gmail.com