P. José Luis Correa Lira
Jesús, como Dios con nosotros, rico en misericordia, se manifestó sensible a las necesidades espirituales y materiales de la gente que acudía a él. Dice el Evangelista Marcos que al ver la multitud que lo seguía (‘llevan tres días conmigo y no tienen que comer’) sintió lástima de ellos. Tal era su preocupación de buen pastor por ellos, que sabiendo que algunos venían de lejos y no los podía mandar volver a sus casas en ayunas porque podrían desmayarse en el camino, por lo que, esa compasión lo lleva a la acción y a buscar y comprometer la colaboración de los discípulos, pues les pide que pongan lo que ellos tienen, aunque sea poco (siete panes y unos cuantos pescados). Del resto se encargará él al realizar uno de los varios milagros de multiplicación de alimentos.
El Papa Francisco dijo una que vez que “Jesús critica la hipocresía de quienes dicen, pero no hacen (cf. Mt 23,1-12). Cuando la fe se limita a ejercicios verbales estériles, sin involucrarse en la historia y las necesidades del prójimo, la coherencia entre el credo profesado y la vida real se debilita.”
No basta sentir lástima o compasión. Es necesario pasar a la acción y buscar soluciones a los problemas reales de las personas. En la escala de Maslow se diría que hay que satisfacer primero las necesidades básicas de la gente, para luego ir a las otras.
Ya citábamos ayer, que “Como cristianos, vivimos la projimidad como expresión del amor de Jesucristo, el buen Samaritano, que con compasión se ha hecho cercano a todo ser humano, herido por el pecado. Unidos a Él por la acción del Espíritu Santo, estamos llamados a ser misericordiosos como el Padre y a amar (…) Y vivimos esta cercanía, no sólo de manera personal, sino también de forma comunitaria: en efecto, el amor fraterno en Cristo genera una comunidad capaz de sanar, que no abandona a nadie, que incluye y acoge sobre todo a los más frágiles.”
Por eso recuerda y recalca la importancia de la solidaridad fraterna y eficiente. Que nuestra sensibilidad ante las necesidades ajenas nos haga ser solidarios y eficientes en la ayuda.
P. JL
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