P. José Luis Correa Lira
Desde hace aproximadamente un año, y con mucho gusto, celebro la Misa los sábados por la mañana para las monjas benedictinas en San José, cuyo monasterio está de fiesta justamente hoy, día de santa Escolástica (además este fin de año tuve el privilegio de predicarles ejercicios espirituales de Adviento)
Esta santa hermana de san Benito de Nursia, solía orar y compartir sobre la vida espiritual con su hermano una vez al año cuando iba a visitarlo. Pero, como no estaba permitido entrar al monasterio, él salía a su encuentro. San Gregorio hace una delicada descripción sobre la última visita, en la cual la santa, presintiendo que no volvería ver más a su hermano, le rogó que no partiera esa noche sino al día siguiente, pero Benito se sintió incapaz de romper las reglas de su monasterio. Escolástica rezó a Dios con una oración ferviente para que interviniera en su ayuda. Así se desató una fuerte tormenta que impidió que él regresara al monasterio, cosa que, en un principio, Benito reprochó a Escolástica. Pero finalmente esto permitió que los dos hermanos pasaron la noche hablando de cosas santas y otros asuntos espirituales. Tres días después, Escolástica murió, y su hermano que se encontraba absorto en la oración tuvo la visión del alma de su hermana ascendiendo al cielo en forma de paloma.
Pidamos a Dios que siga suscitando vocaciones para la vida monacal femenina y masculina y que de muchas familias surjan igualmente hermanos santos como lo fueron Escolástica y Benito.
P. JL
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