P. José Luis Correa Lira
En continuación con el tema de ayer, el Evangelista Marcos trae ahora una enseñanza de Jesús que, obviamente no hay que tomar literalmente (menos aun aplicarla a los contagios con el COVID 19), cuando dice que nada de lo que entra en el hombre desde afuera puede contaminarlo. “Lo que sí mancha al hombre es lo que sale de dentro; porque del corazón del hombre salen las intenciones malas (…) todas esas maldades salen de dentro y manchan al hombre”.
Jesús enumera algunas acciones, así como también deseos y pensamientos equivocados. En una de las fórmulas para el rito penitencial al inicio de la Misa pedimos perdón reconociendo que hemos pecado de pensamiento, palabra, obra y omisión, siendo muchas veces estas últimas faltas las peores: no haber el hecho el bien que pudimos o tuvimos que haber hecho.
Dice el refrán que de lo que está lleno el interior hablan los labios. ¿Qué hay en mi corazón? ¿Qué dichos o hechos brotan desde lo más profundo de mi ser?
Aprendamos del ejemplo de María, que conservaba meditando en su corazón todo lo que decía y hacía su hijo Jesús, y por eso de su corazón inmaculado podían salir solo expresiones de alabanza y agradecimiento.
Bendiciones
P. JL
p.jlcorrealira@gmail.com