¿Qué es La Liga Apostólica Femenina?
LAF reúne a mujeres solteras profesionales que desean crecer espiritualmente bajo la guía y protección de la Virgen María.
En los encuentros de los grupos que existen tanto en el Oeste, como en la casa sede del Este, se comparten las vivencias diarias a la luz de la metodología del Padre Kentenich, mediante el desarrollo de temas de interés para este grupo de mujeres que se desenvuelven en el mundo laboral y que quieren ser reflejo de vida y valores católicos.
Buscan crecer mediante la autoformación católica y en la pedagogía del Movimiento de Schoenstatt para irradiar la luz de Cristo manteniendo su feminidad y construyendo personalidades fuertes e independientes.
El grupo LAF Oeste 3
Este grupo del Oeste se formó a finales del año 2021 con la participación de diez mujeres profesionales entre las que hay médicos, estilistas, psicólogas, gerentes de recursos humanos y finanzas y profesoras de educación básica. Muchas de ellas crecieron en ambientes católicos y buscan hoy día un lugar de encuentro de valores y donde vincularse con mujeres de los mismo intereses profesionales y laborales.
En la Liga Apostólica Femenina, como otros grupos del Movimiento, se trabajan las 5 dimensiones de un grupo, mediante encuentros quincenales, donde se tiene como guía la pedagogía del Padre Kentenich, la vida de oración y fe, la vinculación fraterna, para vivir en una comunidad de ideales y valores católicos.
Hacia final del año 2021 el grupo se vinculó en una hermosa actividad de Adviento, elaborando sus coronas, con mucha creatividad y coa colaboración de cada una ellas aportando la compra de las coronas de ciprés, otra trajo las velas, bellotas y cintas y al son de villancicos revivieron el verdadero significado de la Navidad en el tiempo de preparación que vivían.
En palabras de Cinthia Céspedes, médico de cuidados paliativos: “la actividad de coronas de Adviento le da un significado real de lo que se vive en este tiempo”. Flory Elizondo, dueña de un salón de belleza, compartió: “amanecí feliz de mucho tiempo”.
En este corto tiempo juntas, ya se comienza a vislumbrar la "mujer nueva" que el Padre Kentenich describía como imagen y reflejo de María, nuestra Mater, ellas sienten el apoyo de las oraciones personales que cada una hace por la otra y como éstas se transforman en alimento espiritual para sus almas.