P. José Luis Correa Lira
El Evangelio de este lunes de la primera semana del tiempo ordinario nos regala el relato de algo fundamental del inicio de la predicación de Jesús en Galilea, después que Juan el Bautista había sido arrestado.
Así como su precursor, también el Señor anuncia que el tiempo se ha cumplido y que conviene convertirse y creer en el Evangelio (palabras que se suelen usar para el miércoles de ceniza).
Dice Marcos que mientras Jesús caminaba por la orilla del lago de Galilea, al ver a los pescadores Simón y Andrés, su hermano, echando las redes los invitó a seguirlo y les prometió hacer de ellos pescadores de hombres. Este par de hermanos inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Algo similar ocurrió con el otro par de hermanos, Santiago y Juan, a quienes encontró más adelante.
Una bella historia vocacional que se repite siempre cuando Jesús llama al seguimiento, particularmente en la vida religiosa y sacerdotal.
Vaya nuestra oración para que no deje de haber jóvenes a quienes Jesús llama e invita, elije y capacita para ese tipo de seguimiento y discipulado particular, y aunque la respuesta no sea necesariamente en forma inmediata, que se animen a darla con generosidad y confianza.
Lo pedimos por intercesión de la Madre y Reina de las vocaciones.
P. JL
p.jlcorrealira@gmail.com