P. José Luis Correa Lira
En el episodio narrado en el Evangelio según san Marcos (Mc 6, 45-52), sobre Jesús que se acerca a los discípulos caminando sobre las aguas, el evangelista termina diciendo algunas notas sobre los discípulos que a veces también nos ocurren a nosotros.
Estaban espantados (lo remarca dos veces). ¡Cuántas veces nos espantan tantas cosas! Me permito recordar a la sabia santa Teresa de Jesús: Nada te turbe, nada te espante. ¡Nada!
En segundo lugar, dice Marcos que no habían entendido lo de la multiplicación de los panes. Creo que en general no habían comprendido cosa alguna. ¡Cuántas veces el Señor Resucitado tendrá que preguntarles, para cerciorarse, ¿Comprenden, entienden?
En tercer lugar, afirma Marcos que tenían la mente embotada. ¿Qué significa esto? Hay muchos sinónimos que lo pueden explicar: anestesiada, enceguecida, paralizada, adormecida…
Ojalá no nos pase esto de dudar, temer y no (querer) ver.
Bendiciones
P. JL
p.jlcorrealira@gmail.com