P. José Luis Correa Lira
Faltando tan solo un par de días para la Navidad, la liturgia de hoy repite el texto del Evangelio proclamado el domingo recién pasado: la escena de la Visitación de María la Virgen a su pariente Isabel (Lc 1, 39-45)
Nos detenemos en las palabras de la esposa de Zacarías y madre de Juan (el Bautista), cuando exclama como reacción y respuesta al saludo de María al entrar a su casa en Ain Karim. Dice Isabel a María: ¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! Palabras que recoge y repite el Ave María.
Y la pregunta “¿Quién soy yo para que la Madre de mi Señor venga a verme?” se la hace también cada persona, cada familia, visitada por la imagen de la Virgen Peregrina, un apostolado de enorme expansión y proyección evangelizador, con una penetración capilar sin igual, iniciada por el Siervo de Dios Juan Luis Pozzobon, hombre sencillo del Sur de Brasil, padre de 7 hijos y diácono permanente de la Iglesia.
Les deseo que se abran a esas visitas inmerecidas, cierto, pero tan necesarias y beneficiosas. No se arrepentirán de abrir sus casas y corazones al Dios que trajo al mundo su Madre Santísima.
Bendiciones
P. JL
p.jlcorrealira@gmail.com