P. José Luis Correa Lira
En el Evangelio de hoy (Mt 21, 28-32), Jesús se refiere a su precursor, Juan el Bautista, reconociendo que predicó el camino de la justicia, pero no le creyeron.
Por su parte, en la primera lectura se nos propone un texto del profeta Sofonías, que termina diciendo que el resto de Israel no cometerá maldades ni dirá mentiras.
Creer en la predicación de Juan Bautista y ser de los elegidos del Señor que optan y se esfuerzan por el bien, así como ser de la verdad (que nos hace libres) sin caer en ningún tipo de mentiras, ni permitir que salgan de nuestras bocas palabras embusteras, es una gran tarea.
¿Es nuestro lenguaje veraz, se ajusta o se apega a la verdad? En épocas preeleccionarias en Chile y también en Costa Rica es muy importante conocer, desprejuiciadamente la verdad, por ejemplo, de los programas de gobierno de los candidatos a la presidencia en ambos países, y exigir a ellos que no salgan de sus labios embustes, engaños y seducciones baratas, promesas que luego no se cumplen, y para los católicos propuestas conforme al Evangelio y la doctrina de la Iglesia en todas sus áreas y expresiones.
Pido el don del discernimiento y la responsabilidad para todos los electores a la hora de emitir sus sufragios, sabiendo y asumiendo consecuencias y riesgos que estos procesos entrañan.
P. JL
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