P. José Luis Correa Lira
En el Evangelio de la Eucaristía de hoy tercer domingo de Adviento, al Bautista le formulan tres veces la pregunta ¿Qué tenemos que hacer?
El acento está puesto en el hacer, en el pasar de la reflexión, la oración y la meditación a la acción. Pero no se trata de hacer cualquier cosa o hacer por hacer (También existe el peligro del activismo)
El hágase en mi según tu palabra, pronunciado por María la Virgen y que corresponde a la petición y compromiso rezado en el Padrenuestro (‘hágase tu voluntad’), nos indican lo que nosotros debemos hacer.
De ahí que lo que se todo cristiano católico se debe preguntar es: ¿Qué haría Cristo en mi lugar?
Esas son las 2 preguntas más importantes: ¿Qué tenemos que hacer? Y ¿Qué haría Cristo, Jesús, en mi lugar?
Como se trata de algo concreto (el hacer no puede ser abstracto) el Evangelio nos transmite tres cosas que decía Juan Bautista, cómo hay que actuar, que hay que hacer:
-Compartir. Abrigo, comida.
-Ser justos, honestos. No cobrar más. No extorsionar ni hablar mal de nadie (chismes)
-Contentarse con el salario, el sueldo que se tiene. No ser ávidos de más.
Termino con una oración atribuía a San Agustín reza así:
Espíritu Santo, inspíranos, para que pensemos santamente.
Espíritu Santo, atráenos, para que amemos las cosas santas.
Espíritu Santo, fortalécenos, para que defendamos las cosas santas.
Espíritu Santo, muévenos, para que obremos santamente.
Espíritu Santo, ayúdanos, para que no perdamos nunca las cosas santas.
P. JL
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