P. José Luis Correa Lira
Patrona de los músicos es la santa del día de hoy, Cecilia, Virgen y Mártir.
San Agustín decía que “aquel que canta alabanzas, no solo alaba, sino que también alaba con alegría; aquel que canta alabanzas, no solo canta, sino que también ama a quien le canta”. Pero hay otra experiencia que transmite el obispo de Hipona: “¡Cuánto lloré al oír vuestros himnos y cánticos, fuertemente conmovido por las voces de vuestra Iglesia, que suavemente cantaba! Entraban aquellas voces en mis oídos, y vuestra verdad se derretía en mi corazón, y con esto se inflamaba el afecto de piedad, y corrían las lágrimas, y me iba bien con ellas.”
Ya san Pablo decía: reciten salmos, himnos y cánticos inspirados; canten y salmodien en su corazón al Señor” (Ef 5,19; cf Col 3,16-17).
La importancia del canto, incluso pastoral terapéutica, me recuerda lo que aconsejó el padre Kentenich a las Hermanas de María cuando salió del bunker en que los nazis lo encerraron en su cautiverio en Coblenza, donde estuvo cuatro semanas, antes que lo pasaran a la cárcel entre septiembre y octubre de 1941. En ese casi mes que pasó aislado en las peores condiciones, una de las cosas que hacía era cantar. Por eso después recomienda a las Hermanas de María aprenderse todas las estrofas de las canciones, pues así pudo mantener en alto el ánimo propio y de los otros prisioneros de los agentes de la Gestapo.
El catecismo dice del canto y música religiosa:
“La tradición musical de la Iglesia universal constituye un tesoro de valor inestimable que sobresale entre las demás expresiones artísticas, principalmente porque el canto sagrado, unido a las palabras, constituye una parte necesaria o integral de la liturgia solemne” (SC 112). (Catecismo 1156)
“El canto y la música cumplen su función de signos de una manera tanto más significativa cuanto ‘más estrechamente estén vinculadas a la acción litúrgica’ (SC 112)” (Catecismo 1157)
De la constitución apostólica Sacramentum Concilium, cita el Catecismo (1158) lo siguiente: “foméntese con empeño el canto religioso popular, de modo que en los ejercicios piadosos y sagrados y en las mismas acciones litúrgicas”, conforme a las normas de la Iglesia resuenen las voces de los fieles” (SC 118). Pero “los textos destinados al canto sagrado deben estar de acuerdo con la doctrina católica; más aún, deben tomase principalmente de la Sagrada Escritura y de las fuentes litúrgicas” (SC 121).
Me alegro y enorgullezco que en Schoenstatt tenemos una super producción de canto religioso moderno de diversos autores y estilos y que han traspasado con creces las fronteras del propio Movimiento.
Bendiciones
P. JL
p.jlcorrealira@gmail.com
Sugerencia:
Los CD producidos por el Colegio Mayor José Kentenich
El álbum de canciones interpretadas por Tere Larraín
htts://www.youtube.com/watch?v=R0_s0iHVaZI