P. José Luis Correa Lira
El Evangelio según san Juan de este domingo ‘Nuestro Señor Jesucristo Rey del Universo’, nos trae el diálogo – interrogatorio entre Pilato, Gobernador romano de Judea, y Jesús que se da en el Pretorio, la residencia del procurador, en la fortaleza Antonia (mandada construir por el rey Herodes). Exactamente en el Litóstotros, un gran empedrado que cubría el patio central de esa fortaleza, suelo de piedra que pudo pisar Jesús cuando recibió su condena y donde fue flagelado, insultado y coronado de espinas que sería, además, el comienzo de la Vía Dolorosa, camino que Cristo, con su cruz a cuestas, siguió hasta el Gólgota.
A Pilato le intriga la acusación con la que le han traído a su presencia a Jesús: que se hace llamar ‘rey de los judíos’. De ahí que a la doble pregunta de Pilato si él (Jesús) es rey de los judíos, Jesús responde diciendo ‘Tú lo dices: soy rey’. Pero Jesús agrega un matiz importante: que su reino no es de este mundo. Es un rey atado, entregado, expulsado, despreciado.
En el Padrenuestro pedimos que venga a nosotros su reino. De nuestra parte debiéramos comprometernos a hacer presencia, anticipo de ese reinado de Dios en el mundo, reino de paz, de justicia y amor. No dejarnos seducir y rendir pleitesía a reyezuelos que pretenden sustituir a Cristo.
Queremos reconocer a Cristo Rey y su reinado, como canta un hermoso himno: Christus vincit, Christus regnat Christus imperat (“Cristo Vence, Cristo Reina, Cristo Impera = es Emperador)
Señor, “en tu mano tienes el cetro… eres el Rey del universo”
¡Viva Cristo Rey!
Bendiciones
P. JL
p.jlcorrealira@gmail.com