P. José Luis Correa Lira
En el Padrenuestro rezamos pidiendo, entre otras cosas, que ‘venga a nosotros tu Reino.’
El Evangelio de hoy nos recuerda la pregunta que hicieron unos fariseos a Jesús, sobre la venida del Reino de Dios, a lo que Jesús respondió que no llegará aparatosamente. Y agregó: “el Reino de Dios ya está en ustedes”.
“El Reino de Dios está cerca” (Mc 1, 15). De eso trata el Catecismo en los numerales 541 y siguientes. Cita de la Lumen Gentium lo siguiente: “Cristo, por tanto, para hacer la voluntad del Padre, inauguró en la tierra el Reino de los cielos” (LG 3). Y la Iglesia, es sobre la tierra “el germen y el comienzo de este Reino” (LG 5).
El anuncio del Reino de Dios: “Todos los hombres están llamados a entrar en el Reino (…) Para entrar en él, es necesario acoger la palabra de Jesús: (Catecismo 543)
“El Reino pertenece a los pobres y a los pequeños, es decir a los que lo acogen con un corazón humilde. Jesús (…) se identifica con los pobres de todas clases y hace del amor activo hacia ellos la condición para entrar en su Reino (cf. Mt 25, 31-46).” (Catecismo 544)
“Jesús invita a los pecadores al banquete del Reino: “No he venido a llamar a justos sino a pecadores” (Mc 2, 17; cf. 1 Tim 1, 15). Les invita a la conversión, sin la cual no se puede entrar en el Reino” (Catecismo 545)
Además, “la venida del Reino de Dios es la derrota del reino de Satanás (cf. Mt 12, 26) (Catecismo 550)
Más adelante, en los numerales 2816 a 2821, es donde el compendio de la doctrina de la Iglesia retoma la petición del Padrenuestro.
Y cita de San Cirilo de Jerusalén una condición para esa petición: “El que se conserva puro en sus acciones, sus pensamientos y sus palabras, puede decir a Dios: ‘¡Venga tu Reino!’”
Dios nos lo conceda.
P. JL
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