P. José Luis Correa Lira
En el rezo del Credo terminamos afirmando que creemos en la comunión de los santos. En el Catecismo de la Iglesia leemos los numerales 946 y siguientes:
“¿Qué es la Iglesia, sino la asamblea de todos los santos? La comunión de los santos es precisamente la Iglesia.”
“Como todos los creyentes forman un solo cuerpo, el bien de los unos se comunica a los otros … Es, pues, necesario creer que existe una comunión de bienes en la Iglesia. (…) “Como esta Iglesia está gobernada por un solo y mismo Espíritu, todos los bienes que ella ha recibido forman necesariamente un fondo común.”
La expresión ‘comunión de los santos’ tiene entonces dos significados estrechamente relacionados: ‘comunión en las cosas santas’ y ‘comunión entre las personas santas’.
Mas adelante, cuando habla de la comunión de los bienes espirituales hace referencia a “la comunión de los santos es la comunión de los sacramentos” (Catecismo 950) a “la comunión de los carismas” (Catecismo 951) y “la comunión de la caridad: En la ‘comunión de los santos’ ‘ninguno de nosotros vive para sí mismo; como tampoco muere nadie para sí mismo’ (Rm 14, 7). ‘Si sufre un miembro, todos los demás sufren con él. Si un miembro es honrado, todos los demás toman parte en su gozo’ (…) El menor de nuestros actos hecho con caridad repercute en beneficio de todos, en esta solidaridad entre todos los hombres, vivos o muertos, que se funda en la comunión de los santos. Todo pecado daña a esta comunión.” (Catecismo 953)
Finalmente habla de “la comunión entre la Iglesia del cielo y la de la tierra”. En el numeral 956, sobre la intercesión de los santos, dice: “Por el hecho de que los del cielo están más íntimamente unidos con Cristo, consolidan más firmemente a toda la Iglesia en la santidad…no dejan de interceder por nosotros ante el Padre. Presentan por medio del único Mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, los méritos que adquirieron en la tierra… Su solicitud fraterna ayuda, pues, mucho a nuestra debilidad” (LG 49). Y en el 957 añade: sobre la comunión con los santos: “No veneramos el recuerdo de los del cielo tan sólo como modelos nuestros, sino, sobre todo, para que la unión de toda la Iglesia en el Espíritu se vea reforzada por la práctica del amor fraterno. En efecto, así como la unión entre los cristianos todavía en camino nos lleva más cerca de Cristo, así la comunión con los santos nos une a Cristo, del que mana, como de Fuente y Cabeza, toda la gracia y la vida del Pueblo de Dios” (LG 50), para terminar entonces así con la comunión con los difuntos (Cf. Catecismo 960)
Que por intercesión de todos los santos el Señor, que es el único Santo, nos bendiga en nuestro peregrinar hacia la meta definitiva.
P. JL
p.jlcorrealira@gmail.com