P. José Luis Correa Lira
En 1970, por primera vez en la historia, fue proclamada una mujer doctora de la Iglesia. Se trata de santa Teresa de Ávila, la gran reformadora de las carmelitas, mujer contemplativa y activa a la vez.
Comparto el poema entero de la pluma de esta gran mística española, una de las mejores maestras de la vida espiritual de la Iglesia, considerada también la primera gran escritora en lengua castellana, cuyos escritos son un modelo seguro en los caminos de la plegaria y de la perfección.
Nada te turbe,
Nada te espante,
Todo se pasa,
Dios no se muda,
La paciencia
Todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene
Nada le falta:
Sólo Dios basta.
Eleva el pensamiento,
al cielo sube,
por nada te acongojes,
Nada te turbe.
A Jesucristo sigue
con pecho grande,
y, venga lo que venga,
Nada te espante.
¿Ves la gloria del mundo?
Es gloria vana;
nada tiene de estable,
Todo se pasa.
Aspira a lo celeste,
que siempre dura;
fiel y rico en promesas,
Dios no se muda.
Ámala cual merece
Bondad inmensa;
pero no hay amor fino
Sin la paciencia.
Confianza y fe viva
mantenga el alma,
que quien cree y espera
Todo lo alcanza.
Del infierno acosado
aunque se viere,
burlará sus furores
Quien a Dios tiene.
Vénganle desamparos,
cruces, desgracias;
siendo Dios su tesoro,
Nada le falta.
Id, pues, bienes del mundo;
id, dichas vanas,
aunque todo lo pierda,
Sólo Dios basta.
P.JL
Sugerencias:
https://www.youtube.com/watch?v=go1-BoDD7CI
https://www.youtube.com/watch?v=NuLwrs3bqJ0