P. José Luis Correa Lira
El Evangelio de la Misa de hoy está tomado de Lucas (Lc 11, 47-54) y trae una contundente crítica de Jesús a los fariseos y doctores de la ley: “¡Ay de ustedes, que les construyen sepulcros a los profetas que los padres de ustedes asesinaron! (…) ¡Ay de ustedes, doctores de la ley, porque han guardado la llave de la puerta del saber! Ustedes no han entrado, y a los que iban a entrar les han cerrado el paso”.
Comparto algunos pasajes de una homilía del Papa Francisco haciendo referencia a esos “cristianos que tienen en su mano la llave y se la llevan, no abren la puerta”; o peor, “se detienen en la puerta” y “no dejan entrar”.
Dijo el Papa: “Cuando un cristiano se convierte en discípulo de la ideología, ha perdido la fe y ya no es discípulo de Jesús”. ¿Pero cuál es la causa de todo ello?: la “falta de testimonio cristiano”. Por lo demás, Jesús es muy claro cuando dice: “Id, salid hasta los confines del mundo. Enseñad lo que yo he enseñado. Bautizad, id a las encrucijadas de los caminos y traed a todos dentro, buenos y malos. Así dice Jesús. ¡Todos dentro!”.
En el cristiano que asume “esta actitud de ‘llave en el bolsillo y puerta cerrada’” existe, según el Papa, “todo un proceso espiritual y mental” que lleva a que la fe pase “por un alambique” transformándola en ‘ideología’. Pero “la ideología no convoca. En las ideologías no está Jesús. Jesús es ternura, amor, mansedumbre, y las ideologías, de cualquier sentido, son siempre rígidas”. Se corre el riesgo de hacer al cristiano “discípulo de esta actitud de pensamiento” antes que “discípulo de Jesús”.
Por ello sigue siendo actual el reproche de Cristo: “Vosotros os habéis llevado la llave del conocimiento”, pues “el conocimiento de Jesús se ha transformado en un conocimiento ideológico y también moralista”, según el mismo comportamiento de los doctores de la ley que “cerraban la puerta con tantas prescripciones”. Cuando “la fe se convierte en ideología ¡y la ideología espanta! La ideología expulsa a la gente y aleja a la Iglesia de la gente”.
El Papa Francisco definió “una enfermedad grave ésta de los cristianos ideólogos”; El apóstol Juan en su primera carta, describía a “los cristianos que pierden la fe y prefieren las ideologías”: su “actitud es hacerse rígidos, moralistas, ‘eticistas’, pero sin bondad”.
Es necesario entonces preguntarse qué provoca una actitud así. Para el Papa Francisco la respuesta es sencilla: “Ese cristiano no reza. Y si no hay oración”, se cierra la puerta.
Así que “la llave que abre la puerta a la fe es la oración”. Porque “cuando un cristiano no ora, su testimonio es soberbio”. Y él mismo es “un soberbio, es un orgulloso, es uno seguro de sí, no es humilde. Busca la propia promoción. En cambio, cuando un cristiano ora, no se aleja de la fe: habla con Jesús”.
Orar no significa decir oraciones, porque también los doctores de la ley decían muchas oraciones, pero sólo para hacerse ver. En efecto, “una cosa es orar y otra es decir oraciones”. En este último caso se abandona la fe, transformándola precisamente “en ideología moralista” y sin Jesús.
De ahí la invitación conclusiva a pedir al Señor la gracia de no dejar nunca “de orar para no perder la fe” y de “permanecer humildes” a fin de no transformarse en personas cerradas “que cierran el camino al Señor”.
Bendiciones en este camino.
P.JL