Manto, alegría, servicio, autenticidad, pureza y amistad
Los valores que exploran las Apóstoles de María son: el manto (protección de la Mater), el servicio, la alegría, la autenticidad, la amistad y la pureza; el cultivo de estos valores forma a las niñas de una manera integral y provoca en ellas el deseo de ser un reflejo de la Mater.
Aportar como dirigentes al desarrollo personal como lo compartió nuestra asesora de la juventud femenina, Maricruz García, “es una forma de tender lazos para ser una familia de esperanza, donde todos cabemos y somos importantes”. Debemos darle la atención necesaria a la juventud, mostrarles que son importantes y que son fundamentales para el Movimiento.
Así también el Padre Kentenich decía “la juventud es fuego, la juventud es ardor”.