“Se aprende a amar, amando” San Francisco de Sales

13 de Septiembre de 2021
septiembre 13, 2021
14 de Septiembre de 2021
septiembre 15, 2021

Celebrando la Santa Misa con amor


Por Mary Cruz Coto Cordero, corresponsal Cartago
Fotos: Carolina Figueroa

El Padre José Luis Correa concelebró la Santa Misa con el diácono en tránsito Joel y el seminarista Andrés, junto a un grupo de catequesis de iniciación Cristiana de la parroquia San Isidro de Heredia.

La visita de miembros del Movimiento de Cartago, un grupo de la rama de Familia, que renovaron sus votos matrimoniales hizo que esta Eucaristía estuviera llena de amor y alegría.

El Santuario acoje miembros de otras provincias demostrando que las gracias que reciben en cada visita- cobijamiento, transformación interior y envío apostólico- dan frutos en los diferentes grupos que hoy reseñamos.

Renovando el amor

Desde el 14 de febrero de 2021, el grupo de la Rama de Familias de Cartago, Hijos de María, luz de esperanza; conformado por 6 parejas, iniciaron su proceso de formación del año tres. Camino a esa conquista diaria de la santidad matrimonial, han vivido con gran ilusión cada una de las charlas, propósitos y vinculaciones, en su mayoría de forma virtual sin que eso apagará la gran alegría que caracteriza a los miembros de Schoenstatt.

La fuerza del amor esponsal es muy grande; y poco a poco en ese trayecto, cada una de las parejas ha velado por seguir amando, trabajando y preparándose para un día muy especial en este año de formación.

¡Llega el día tan anhelado! Renovar votos matrimoniales como parte de ese vínculo de amor de los esposos. Los pequeños detalles que mostraban la inmensidad del amor, de la emoción y alegría, estas 6 parejas nuevamente decidieron caminar de la mano, junto con la bendición de Dios y el cobijamiento de nuestra Mater.

Preparándose para la renovación

“Mis hijas están emocionadas de ser parte de ese día tan especial” Es así como lo expresa Auxiliadora Meneses, y es el reflejo de que cada uno de los miembros de las familias esperaron con ansias el día del rito. “Marianita hasta nos preparó un queque”, fue lo que manifestó Vanessa Sánchez. Y precisamente así de vinculadas estaban las familias, y cada una fue fundamental en la preparación de los detalles.

¡Como si nos volviéramos a casar! fue así como se organizaron, primero con la elaboración de las invitaciones, luego con la coordinación de la recepción y de los detalles de la santa Misa.

Las mujeres prepararon una serenata a los esposos; fue un día emotivo, después de meses sin verse presencialmente y que quedará por siempre en sus corazones. De esta manera quisieron expresarse gratitud y el deseo de seguir caminando juntos.

Además, hicieron de este rito un día especial, agregándole un valor más sentimental con los bouquet de flores, confeccionándolos cada una de manera personalizada. En la noche previa se reunieron para armar los ramos, con el apoyo de su amiga Melania Dittel, así como también los botonier de los hombres. Los ramos de flores fueron posteriormente utilizados para adornar las mesas de la recepción. Por lo que, en todo lo plasmado, también estaba reflejado su trabajo, compromiso y amor.

Fue así como durante este camino de formación, aprendieron, se reencantaron, se apoyaron y se tomaron de nuevo de la mano para seguir en esta sublime vocación del matrimonio. Vivieron en la exhortación apostólica Amoris Laetitia “el sacramento del matrimonio no es una convención social, un rito vacío o el mero signo externo de un compromiso. El sacramento es un don para la santificación y la salvación de los esposos, porque su recíproca pertenencia es representación real, mediante el signo sacramental, de la misma relación de Cristo con la Iglesia” (numeral 72, capítulo 3).

Que la Mater siga siendo guía en este proceso de formación.