P. José Luis Correa Lira
San Ramón Nonato, recibe ese nombre por haber sido extraído del vientre de su madre que murió durante el parto (de ahí el epíteto non natus, no nato).
Ramón significa: ‘protegido por la divinidad’ (Ra=divinidad. Mon=protegido)
Ramón ingresó a la Orden de la Merced (Mercedarios). Fue a África, donde estuvo preso por otro cristiano (los mercedarios, fundados por San Pedro Nolasco para el liberación de cautivos católicos en manos de musulmanes del Norte de África rescataban presos haciendo ese intercambio). Ahí Ramón se dedicó a instruir en la religión a sus compañeros de esclavitud y aun hasta a algunos mahometanos, le dieron terribles tormentos y lo azotaron muchas veces hasta dejarlo casi muerto. Y al fin, como no se callaba, le amarraron la cara a una correa a la cual le echaron candado, para que no pudiera hablar, y no abrían el candado sino cuando iba a comer.
El Papa de la época, Gregorio IX, lo nombró cardenal y quiso hacerlo su consejero, pero murió en su viaje de España a Roma.
Fue canonizado por el Papa Alejandro VII en 1657.
Es patrono de las embarazadas y de los partos y por eso creo que con razón en todo el movimiento pro vida es muy invocado para que las mujeres tentadas de abortar, den a luz al hijo / la hija que se está gestando en su útero, superen esta situación y respeten la vida que llevan dentro, que merece vivir y no ser triste y dolorosamente eliminada (ejecutada), asesinada. El aborto es un crimen.
P. JL