P. José Luis Correa Lira
Mañana, último domingo de julio, se celebrará la Primera Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores. Incluso se refirió así al Papa Benedicto, “santo anciano que continúa rezando y trabajando por la Iglesia.”
Del Mensaje del Papa Francisco leemos de tres pilares necesarios “para construir, en fraternidad y amistad social, el mundo de mañana (…) pilares que deberán sostener esta nueva construcción hay tres (…): los sueños, la memoria y la oración.”
Y citó al profeta Joel que pronunció en una ocasión esta promesa: ‘Sus ancianos tendrán sueños, y sus jóvenes, visiones’ (3,1). Dice el texto papal: “El futuro del mundo reside en esta alianza entre los jóvenes y los mayores. ¿Quiénes, si no los jóvenes, pueden tomar los sueños de los mayores y llevarlos adelante? Pero para ello es necesario seguir soñando: en nuestros sueños de justicia, de paz y de solidaridad está la posibilidad de que nuestros jóvenes tengan nuevas visiones, y juntos podamos construir el futuro (…)”
La “memoria puede ayudar a construir un mundo más humano, más acogedor. Pero sin la memoria no se puede construir; sin cimientos nunca construirás una casa. Nunca. Y los cimientos de la vida son la memoria.”
Con el vivo y agradecido recuerdo por mi abuelo, ‘el Tata’, P. JL
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